¿Chupete sí o chupete no?

Con anterioridad comenzamos a hablar sobre los malos hábitos orales que pueden derivar en dificultades en el desarrollo del lenguaje.
En este post, hablaremos del uso del chupete que actualmente genera bastantes dudas. Hace un tiempo hicimos una publicación en Instagram sobre este tema y dado el interés que suscita hemos decidido profundizar en ello.
En las sociedades más desarrolladas, el uso del chupete está muy normalizado y arraigado sobre todo como objeto reconfortante. Además de su uso o no, también entra en el debate aspectos como su forma, material o el tiempo de empleo.
Beneficios del uso del chupete
La mayoría de los bebés nacen con un fuerte reflejo de succión. Succionar tiene un efecto placentero que les relaja y calma, les facilita agarrarse al pezón del pecho cuando necesitan alimentarse. Los chupetes pueden ayudar a producir esa sensación al bebé.
– Ayuda a calmar al bebé, ya que le genera una sensación de seguridad y tranquilidad.
– Ayuda a conciliar el sueño del bebé. Al succionar se relaja, lo que le ayuda a dormirse.
– Reduce el estrés y el dolor en procedimientos desagradables, situaciones que provocan preocupación y ansiedad en los padres.
– Al succionar, la lengua permanece en la parte delantera de la boca y las vías respiratorias están más libres. Además la respiración es más tranquila y mejora el ritmo cardíaco del bebé.
– La posible relación con una menor incidencia del síndrome de muerte súbita del lactante es lo más novedoso.
Muchos profesionales sanitarios y la sociedad en general piensan que son inofensivos e incluso beneficiosos y necesarios para el desarrollo del lactante.
Su utilización es motivo de controversia entre los profesionales. Recomiendan o desaconsejan su uso basándose algunas veces en experiencias personales y no siempre en pruebas científicas.
Riesgos del uso del chupete
– Si se introduce antes de que la lactancia materna esté instaurada conlleva a interferir negativamente. La manera de succionar el pezón y el chupete son distintas.
-Si se le da el chupete muy pronto, puede que se confunda, produciendo grietas en el pezón y perdiendo su habilidad de engancharse bien al pecho.
– Aumento de frecuencia de otitis media.
– Reducción del balbuceo y de la experimentación con los sonidos.
– Maloclusiones dentarias (Mordida abierta y/o cruzada).
– Alteraciones en el habla, especialmente en la producción de los fonemas /s/ y /z/.
– Su abuso puede derivar en deglución atípica y respiración oral.
La revisión de las ventajas y desventajas del uso del chupete no aporta datos suficientes para estimular ni prohibir este hábito, pero sí para realizar firmes recomendaciones.
Desarrollo en las pautas para usar el chupete
– No iniciar su uso antes de los 15 días de vida.
– Restringir su uso a partir de los 8 meses.
– Suprimirlo a partir del primer año de vida.
Es reseñable destacar que en el desarrollo de los bebés prematuros, es necesario el uso del chupete específico. Todo ello para la adquisición y aprendizaje de la succión no nutritiva y de esta manera instaurar una succión nutritiva.
Además, la succión no nutritiva de un chupete también es extremadamente valiosa desde una perspectiva clínica, ya que puede ayudar al bebé a controlar el estrés.
De hecho, en los bebés prematuros, el chupete es uno de los complementos más importantes que se utilizan para reducir el dolor percibido. Satisface las necesidades naturales y fisiológicas del bebé.
El «mecanismo de pacificación» también puede conducir a mejoras significativas en la función respiratoria y gastrointestinal. Además de reducir el consumo de energía, disminuir las respuestas de estrés del comportamiento y minimizar el llanto y la agitación que se produce como resultado.
Una respuesta
Muchas gracias por el aporte y la información proporcionada.
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