¿Qué tipos de consistencia podemos conseguir?

Siguiendo la dinámica de la publicación sobre ¿Qué es el espesante?, en esta nueva entrada nos gustaría hablar sobre las consistencias que podemos conseguir con él.
Como ya sabemos, el espesante nos ayuda a adaptar los líquidos a una consistencia adecuada a cada persona y consiguiendo hacer más fácil, segura y eficaz su deglución
Es importante seguir recordando que las personas tenemos que estar nutridas e hidratadas de ahí el valor de conseguir una textura apropiada para cada una de las personas que lo necesite.
• Líquidos: Hace referencia a los líquidos finos como el agua. Algunos ejemplos más podrían ser las infusiones, el café, refrescos, etc.
• Textura tipo néctar: Puede beberse en taza. Al decantar el líquido espesado, este cae formando un hilo fino, sería como la consistencia que tendría un zumo de tomate o de melocotón.
• Textura tipo miel: Como su nombre indica, el líquido tendría una consistencia similar a la de la miel. Al decantarse, caería en gotas. Se puede tomar en taza o con cuchara. Por ejemplo, Yogur batido.
• Textura tipo puding: No puede beberse, solo puede tomarse con cuchara, al decantar el líquido espesado este cae en bloques y al cogerlo con una cuchara sí mantiene su forma. Sería la consistencia como la de una cuajada, flan, yogur, natillas.
Como ya señalamos en entradas anteriores. Los espesantes de nueva generación, a base de gomas, obtienen en general mejores puntuaciones en sus cualidades físicas y organolépticas con respecto a los espesantes con almidón.
En el caso del agua, los espesantes a base de gomas consiguen mantener su transparencia ayudando a que su ingesta sea lo más parecida posible a su consistencia original.
El logopeda realiza una labor especialmente importante en este punto. Es el profesional encargado de pautar el tipo de viscosidad que será necesario adaptar a aquellas personas con alteraciones en la deglución. Será el encargado de ayudar a esas personas y a su entorno a introducir dichas adaptaciones en su vida diaria.