¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes de la niñez. Habitualmente su diagnóstico se realiza en la niñez y a menudo dura hasta la adultez. Los niños con TDAH pueden tener problemas para prestar atención (déficit de atención) controlar conductas impulsivas (impulsividad) o ser excesivamente activos (exceso de actividad motriz). Para su diagnóstico, es necesario que esas conductas estén presentes en dos o más ámbitos de la vida del niño (familiar-escolar) y que interfieran en la calidad del funcionamiento social, académico o laboral.
Se trata de un trastorno neurobiológico multifactorial causado por la confluencia de factores genéticos y ambientales, con una elevada heredabilidad. Es 3 veces más frecuente en hombres que en mujeres y en un 50% de los casos persiste en la edad adulta.
En cuanto a las bases neurobiológicas del TDAH, diferentes estudios demuestran una alteración en el lóbulo prefrontal, detectando anomalías a nivel químico (alteración de neurotransmisores dopamina y noradrenalina) y estructural (menor volumen cerebral total, disminución del volumen en el córtex prefrontal derecho, del tamaño del caudado y otros núcleos de la base de los hemisferios cerebelosos y del lóbulo postero-inferior del vermis cerebeloso).
Síntomas del TDAH – Trastorno por Déficit de Atención
Basándonos en el manual DSM-5 para el diagnóstico clínico del TDAH, se detallan los siguientes síntomas:
- Inatención
- No termina las tareas
- Dificultad para organizarse
- Olvidos frecuentes
- Le cuesta concentrarse
- Parece que no escucha
- Pierde cosas que necesita
- Hiperactividad
- Movimientos constantes de pies y manos
- Se levanta constantemente
- Habla en exceso
- Le cuesta jugar a actividades tranquilas
- Impulsividad
- Responde antes de que se acabe la pregunta
- Dificultad para la espera de turnos
- Interrumpe las actividades de los otros
Hay que tener en cuenta que, según el DSM-V, el TDAH es un trastorno caracterizado por una alta comorbilidad. Más del 50% de los niños con TDAH presentan otros problemas de aprendizaje, de conducta y/o emocionales. Esta comorbilidad dificulta el diagnóstico, lo que aumenta las posibilidades de sufrir fracaso escolar.