Alimentos y Disfagia

La disfagia es la alteración o dificultad en el proceso de la deglución. Las personas que padecen disfagia, pueden tener alterada la eficacia de la deglución.
Por lo tanto, la capacidad para alimentarse e hidratarse de manera óptima, pueden aparecer cuadros de desnutrición y deshidratación. En ocasiones existen alteraciones en la seguridad de la deglución, con peligro de que se produzcan complicaciones respiratorias graves.
El abordaje de este síntoma requiere actuaciones que abarcan un correcto diagnóstico e intervención terapéutica. Incluyendo recomendaciones nutricionales y tratamiento o reeducación de la deglución.
Actualmente, debido al COVID 19, la disfagia se está dando a conocer mucho más. Por ello, la relación entre ambos reside en el tiempo de intubación del sujeto afecto. Es decir, durante ese tiempo, los músculos y órganos implicados en la deglución se encuentran parados. Y, por tanto, empiezan a perder fuerza y funcionalidad.
Desde LogoLEA, os queremos dar unas pequeñas orientaciones para saber qué tipos de alimentos son los más adecuados para personas con esta afectación.
En lo relativo a la textura, es importante que el alimento sea homogéneo, evitar grumos, espinas y que sea jugoso y de fácil masticación.
Se deben evitar dobles texturas con mezclas de líquido y sólido.
Incluir la máxima variación de alimentos para evitar la rutina y procurar que las condiciones organolépticas sean atractivas.
Tipos de alimentos con riesgo de producir disfagia
ALIMENTOS CON TEXTURAS DIFÍCILES O DE RIESGO |
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Dobles texturas |
mezclas de líquido y sólido: sopas con pasta, verduras, carne o pescado, cereales con leche o muesli, yogures con trozos |
Pegajosos |
bollería, chocolate , miel, caramelos masticables, plátano, pan |
Resbaladizos que se dispersan por la boca |
guisantes, arroz; legumbres enteras (lentejas, garbanzos), pasta |
Desprenden agua al morderse |
melón, sandía, naranja, pera de agua |
Pueden fundirse de sólido a líquido en la boca |
helados o gelatinas de baja estabilidad |
Fibrosos |
piña , lechuga, apio, espárragos |
Alimentos con |
pieles grumos, huesecitos, tendones y cartílagos, pescados con espinas |
Alimentos con pieles o semillas |
las frutas y vegetales que incluyen piel y/o semillas (mandarina, uvas, tomate, guisante, soja) |
Crujientes y secos o que se desmenuzan en la boca |
tostadas y biscotes, galletas, patatas tipo chips y productos similares, queso seco, pan |
Duros y secos |
pan de cereales; frutos secos |
Por otro lado, será necesario hacer una adaptación de líquidos. Para ello, necesitaremos utilizar espesante. Lo que hablaremos en próximas publicaciones.
En algunos pacientes que han pasado el COVID 19, la disfagia desaparece de manera espontánea. Ya que, en cuanto los músculos recuperan su tono y fuerza habitual, la dificultad para tragar deja de estar presente.
En pacientes con disfagia por otras causas la afectación no desaparece de manera espontánea e incluso en personas afectadas por el SARS – COV 2 las dificultades se mantienen. Por lo que será necesario paralelamente a la adaptación de los alimentos y de los líquidos, una intervención logopédica.